jueves, 24 de enero de 2008

Evidencia 3 | Resumen del Capitulo II | Comercio Internacional de México

Alto crecimiento con debilidad estructural 1963-1971.

Tradicionalmente se ha considerado que los años sesenta han sido quizá el decenio al que hay que aspirar, en lo que concierne a desempeño macroeconómico, En esos años la economía creció mucho, 7.1% anualmente en promedio, la inflación fue muy baja, sólo 2.8% en promedio anual, y el empleo mantuvo u crecimiento importante.

La memoria colectiva considerada los años sesenta como tiempos de bonanza que era necesario mantener y tratar de repetir.

Es evidente que la clase media, especialmente la urbana, creció y se consolidó durante estos años, aunque el avance económico no fue homogéneo entre los diversos grupos sociales.

¿Desde cuándo venimos arrastrando el problema de la deuda externa y en qué momento nos volvimos sus esclavos? ¿Desde cuándo el desarrollo y el crecimiento económico del país se volvieron irremediablemente dependientes del ahorro externo y por qué? Éstas y muchas otras preguntas son fundamentales para entender el desarrollo del país a largo plazo, y sus repuestas parecen tener un vínculo con lo ocurrido y durante los años sesenta.

Al no tomarse ciertas medidas, como la reforma fiscal, para aumentar los ingresos gubernamentales y la relajación del aparato proteccionista, y al no ver la claridad las consecuencias de la explosión demografía a largo plazo, los problemas se defirieron por varios años.

La primera sección describe la evolución general de la economía desde la recesión de 1961-1962 hasta la llamada atonía de 1971. La segunda sección analiza los factores que al inicio de los años sesenta debilitaban la estructura económica, “el dilema del desarrollo mexicano, que señalaba concretamente las disyuntivas a las que se enfrentaba el país en aquel entonces. La tercera sección discute el camino que finalmente tomaron el gobierno y los agentes económicos privados y sociales.

El desenvolvimiento de la economía, 1963-1971.

La economía mexicana disfrutó de uno de sus períodos de crecimiento de mayor éxito durante los años sesenta, para luego caer en una recesión en 1971.

La migración a las ciudades sólo vino a reforzar la ya alta tasa de crecimiento poblacional. La ciudad de México creció de 5.2 millones de habitantes en 1960 a 8.9 millones en 1970, en un aumento de 71% en sólo 10 años.

A su vez, la urbanización es reflejo de la composición del producto y del bajo crecimiento del sector agropecuario, especialmente de ala agricultura y de la industria extractiva.

La migración del campo a la ciudad obedeció a la falta de oportunidad en el medio rural en relación a las zonas urbanas.

Los sectores urbanos y modernos de la economía registraron un dinamismo notable. Por un lado, la infraestructura básica especialmente la electricidad, tuvo fuerte crecimiento que apoyó a su vez el desarrollo de la industria de transformación y de los servicios.

La mejoría en productividad se reflejó en parte en mejores salarios reales, los cuales desde luego no llegaron a toda la fuerza de trabajo en la misma proporción, sino que se beneficiaron fundamentalmente a los salarios industriales.

El dinamismo se prolongo hasta 1970, al concluir la administración del presidente Díaz Ordaz.

La década de los años sesenta es un periodo donde si vislumbró un proceso de crowding in , la inversión pública genera más inversión privada.

Al inicio de los años sesenta, el sector privado, particularmente la Cocamin y cada vez más la Canacintra, presionó al gobierno para recibir protección adicional a la arancelaria a través de las leyes y reglamentos de mexicanización.

Los empresarios nacionales, en un ambiente generalizado de “mexicanización” de la economía nacional logaron establecer barreras a la entrada para inversionistas extranjeros. Este proceso tuvo su primera manifestación al nacionalizarse la industria eléctrica en 1960.

Evidentemente no se tenía control sobre ninguno de estos factores. Por otro lado, era necesario disminuir la dependencia del exterior, por lo que el desarrollo del país debía estar plenamente enfocado hacia el mercado interno.

Entre las transformaciones importantes del periodo se produjo la reducción del sector externo de la economía.

La estabilidad del tipo de cambio y de los precios, aunado al alto grado de liquidez de los instrumentos de ahorro, permitió durante estos años que el público prefiriera instrumentos de capacitación de recursos de renta fija sobre los de retan variable.

Fuentes de debilidad económica.

Los factores fundamentales que comenzaban a poner entredicho la viabilidad de la economía están relacionados con la competitividad del aparto productivo, con el dinamismo y diversificación del sector exportador para asegurar el acceso a bienes y servicios del exterior, y con la forma de financiamiento de la economía.

La pérdida de competitividad del aparato productivo.

El aparato proteccionista que inicialmente se estableció en 1947 tenía como objetivo primordial de restringir las importaciones en un momento que la sobrevaluación del peso y el aumento del ingreso nacional amenazaban la estabilidad de la balanza de pagos.

El gobierno estableció subsidios directos e indirectos al sector industrial e intensifico las inversiones publicas en infraestructura básica, especialmente en la dotación de energía y combustibles de bajo costo, así como al mantenimiento de líneas férreas y la construcción de carreteras.

Esta política estimulo la entrada de mas inversión extranjera, pues conforme se cerraban las puertas a los productos importados, las empresas foráneas decidían trasladarse al país para entonces producirlos en México.

La protección a la industria incipiente no tuvo un sentido exportador que la hiciera competitiva internacionalmente y muchas veces sólo se protegió a la ineficiencia.

Parece claro que fue precisamente en los años sesenta cuando se debió haber la apertura comercial para eliminar gradualmente el sesgo antiexportador y obligar a las empresas a ser mas competitivas.

La recesión de 1961-1962 volvió a traer consigo la preocupación de reiniciar una senda de crecimiento que lograra absorber la creciente mano de obra que llegaba del campo a las ciudades.

México mantuvo la política proteccionista y no entró al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), era una medida poca atractiva para empresarios y obreros, pues la mayor competencia ejercería presión sobre las empresas y podría motivar su cierre y por lo tanto generar desempleo.

La política proteccionista se mantuvo durante los años sesenta, con todos los subsidios y estímulos ejercidos hasta entonces, sino que incluso se reforzó, de dos maneras, se estableció la política de “mexicanización” y comenzaron a proliferar empresas paraestatales o mixtas, fundamentalmente enfocadas a las ramas de bienes intermedios y de capital.

En 1961 se estableció la nueva ley minera mediante la cual incentivos fiscales sólo se darían a empresas cuyo capital mayoritario estuviera en manos de nacionales.

El 30 de junio de 1970 el presidente Díaz Ordaz decidió favorecer la “mexicanización” en ramas industriales de importancia, como la siderurgia, el cemento, el vidrio, la celulosa, los fertilizantes y el aluminio.

Es evidente que la política proteccionista además de proteger a la industria nacional de la competencia externa, ahora la protegía también del capital foráneo que se estableciera en el país.
El desempeño industrial durante ese decenio fue extraordinario, apoyado por una muy vigorosa inversión privada y pública, que generó empleo y bienestar.

Afortunadamente para el país, durante los años sesenta la economía internacional gozo de auge y estabilidad de precios internacionales.

La estabilidad internacional, e incluso su bonanza, evitó fluctuaciones de importancia en los mercados internacionales que afectarán drásticamente la balanza de pagos.

El colapso del sector agropecuario.

Durante años el sector agropecuario suplió a la minería como el motor de crecimiento económico, junto con el desarrollo industrial que fue estimulado por la Gran Depresión y por la Segunda Guerra Mundial.

El algodón, principal producto de exportación tuvo un crecimiento espectacular en su volumen cosechado.

Durante la época de expansión de la industria, la agricultura jugó el papel de apoyo importante tal y como lo señalan los libros de teoría del desarrollo: proporcionaba alimentos a los demás sectores a precios accesibles.

Lamentablemente, una serie de políticas y factores llevaron al sector agrícola a perder su importancia en los decenios siguientes. La inversión federal destinada al fomento agropecuario disminuyó en términos relativos, La política de precios de garantía administrados por la Conasupo sesgó la estructura productiva hacia cultivos poco remunerativos pero necesarios para la alimentación cotidiana de la población.

La reducción de los incentivos para invertir, lo cual, aunado a la inseguridad de la tenencia de la tierra, destimuló la inversión en el campo. Los excedentes de cultivos básicos fueron disminuyendo hasta el extremo de que hacia fines de los años sesenta se tuvieron que importar granos para satisfacer la demanda nacional.

El deterioro del sector agrícola a partir del último tercio de la década de los cincuenta tuvo enormes repersecuciones en la economía mexicana.

La creciente dependencia financiera del exterior.

La creciente brecha entre ahorro interno e inversión, que se ha tenido que cubrir con recursos externos, fue la tercera fuente de debilidad.

Las posibilidades de la economía para bastarse así misma en lo que respecta al financiamiento de la inversión, y por tanto del crecimiento económico, disminuyeron gradualmente para depender cada vez más del ahorro externo.

Durante los años sesenta los déficits en la balanza de pagos y en las cuentas públicas no sólo se volvieron crónicamente deficitarias, sino que además los déficits fueron ligeramente crecientes.

El prolongar la política proteccionista, tendió a incrementar aún más las importaciones para realizar la instalación de este tipo de industrias, contra lo que en un principio se esperaba.

El sector público reforzó su tendencia a gastar más de lo que se ingresaba, a pesar de que existía conciencia sobre la necesidad de aumentar los ingresos y cierta cautela en cuanto a restringir el nivel de gasto y ejercer un buen nivel de prudencia fiscal.

Parte del financiamiento obtenido por el gobierno para financiar su déficit provino del sector privado.

La mayor parte del financiamiento de la inversión de las empresas paraestatales, especialmente a partir de 1965, se realizó por transferencias directas del gobierno no federal, en menor medida por endeudamiento externo y finalmente por los ingresos propios de las empresas.

Los egresos del sector público, tanto de gobierno federal como de las empresas paraestatales, crecieron gradualmente como porcentaje del producto, especialmente a partir de 1967.

Las autoridades y el país, tuvieron la suerte de no experimentar crisis externas que alteraran fuertemente las entradas o salidas de capital a corto plazo.

Avanzar en la dirección de pretender sustituir todos los bienes intermedios y bienes de capital parece haber sido una política errónea, pues era un camino que lejos de evitar importaciones iba a demandar muchas más en el mediano y largo plazo.

La sustitución, en el mejor de los casos, concede un alivio temporal que es imperativo moderar para que el proceso no resulte de tal manera ineficiente, que impida más tarde competir en el campo internacional y obtener las divisas indispensables para sostener el proceso de crecimiento, Es decir, se necesita un plan para aumentar las exportaciones.

A falta de una reforma fiscal y el consecuente estancamiento del sector exportador que no pudo contrarrestar las importaciones crecientes, dieron lugar a una serie de déficits fiscales y de cuenta corriente de la balanza de pagos que se volvieron crónicos, y establecieron retos importantes.

Por no haber hecho reformas necesarias y evitar déficits comerciales durante los años sesenta, seguramente por restricciones de índole más bien política, el monto de la deuda externa se fue acumulando hasta, ya en 1970.

Evidencia 2 • Capitulo II • Comercio Internacional de México

1. ¿POR QUÉ EN 1958 SE DENOMINO DESARROLLO ESTABILIZADOR?
Es un periodo caracterizado por alto crecimiento económico e inflaciones bajas.

2. ¿CÚANDO INICIA LA POLITICA PROTECCIONISTA?
En el año de 1947.

3. ¿MENCIONA LOS 3 SUBPERIODOS QUE SE DAN DURANTE LA DECADA DE LOS 50`S?
El primero observa un ciclo decreciente hasta 1953, promediando un crecimiento de 5.4% anual; una fuerte recuperación durante los años 1954 a 1957 cuando el PIB creció 8.2% en promedio cada año, y finalmente un estancamiento relativo entre 1958 y 1962 que llegó a cuestionar el potencial real de la economía para recuperar un alto crecimiento, pues el producto creció anualmente 5.2%.

4. ¿QUIENES PRESIONARON AL GOBIERNO CON EL PROPOSITO DE OBTENER PROTECCION ARANCELARIA?
El sector privado, particularmente la Concamin y cada vez más la Canacintra, presionó al gobierno para recibir protección adicional a la arancelaria a través de las leyes y reglamentos de mexicanización.

5. ¿POR QUÉ LOS AÑOS 60`S SE CONSIDERARON TIEMPOS DE BONANZA?
Porque en esos años la economía creció mucho, 7.1% anualmente en promedio, la inflación fue muy baja solo 2.8% en promedio anual, y el empleo tuvo un crecimiento importante.

6. ¿QUÉ SIGNIFICA EL PROCESO CROWDING IN?
Es cuando la inversión pública genera más inversión privada, pues permite aprovechar externalidades positivas y economías de escala, sobre todo cuando la inversión pública se destina a proyectos de infraestructura básica.

7. ¿CUÁLES FUERON LAS FUENTES DE DEBILIDAD ECONOMICA?
La competitividad del aparato productivo, con el dinamismo y diversificación del sector exportador para asegurar el acceso a bienes y servicios del exterior, y con la forma de financiamiento de la economía.

8. ¿QUÉ ES UNA POLITICA EXPANSIONISTA?
Las políticas expansionistas a través del gasto público excesivo, tanto corriente como de inversión, se financia a través de emisión monetaria o por endeudamiento externo.

9.­ ¿QUÉ OPORTUNIDAD POLITICA DEJO PASAR MEXICO CONPARADO CON E.U.?
Dejar flotar el peso.

10. ¿QUÉ SIGNIFICABA EL FENOMENO DE ENFERMEDAD HOLANDESA?
Una situación de bonanza se convierte en un deterioro interno.